Una victoria llama a otra victoria, decía el gran Bianchi siempre. Y se repite seguido, porque la confianza es clave en el fútbol. Boca volvió a ganar y hasta a golear, aunque eso no signifique que no haya pasado sobresaltos en Tucumán. Es más, perdía 1-0 y San Martín lo dominaba con empuje y amor propio. Hasta que equilibró Wanchope y el lujazo de Bebelo Reynoso abrió el camino a la goleada. Ese 4-1 le dio el cupo a la Libertadores 2020 y más: seguir a cinco de River y casi garantizarse el tercer puesto que da la clasificación directa a fase de grupos. Además, sentenció an San Martín de Caruso.