Sólo la interrupción imprevista de una mujer que dijo no poder pagar $1.600 mensuales por el gas cortó con la monotonía de la audiencia pública que se realizó ayer en Capital Federal para tratar las tarifas que regirán desde el próximo 1 de abril. Luego de las empresas distribuidoras y transportistas, hablaron los defensores del pueblo, los representantes de entidades de consumidores y algunos legisladores, con la ausencia de algunos intendentes del conurbano que estaban inscriptos pero finalmente optaron por la audiencia alternativa que se hizo en el teatro Astros. Las empresas homogeneizaron las presentaciones de las que surgen pedidos de aumento entre el 32% y el 35%, y el resto de los oradores se centró en la falta de proporcionalidad de las subas, y la diferencia entre incrementos que llegan al 3.700% para las categorías de hogares que menos consumen desde 2016 frente a una recomposición salarial que ronda el 120% en el mismo período. Hubo además fuertes críticas al aumento de las ganancias de las transportistas y distribuidoras y a la falta de cumplimiento de las obras comprometidas, y varios de los que hablaron enfatizaron que se está exportando gas a alrededor de u$s3,60 por millón de btu, mientras para los consumidores locales el precio va a terminar quedando cerca de u$s5. También volvió a hacerse referencia a que los costos de extracción se ubican por debajo de u$s3, y que si se pretende exportar el gas de Vaca Muerta, el costo en esa formación no debería superar u$s3,50.